jueves, 12 de marzo de 2009

Ha fallecido el sentido común

Hoy lloramos la muerte de un querido amigo,
'Sentido Común',
que ha estado entre nosotros durante muchos años.
Nadie sabe a ciencia cierta
cuántos años tenía, puesto que
los datos sobre su nacimiento
hace mucho que se han
perdido en los vericuetos
de la burocracia.
Será recordado
por haber sabido cultivar
lecciones tan valiosas
como : que hay que trabajar
para poder tener
un techo propio
sobre la cabeza;
que se necesita leer
todos los días un poco;
saber por qué los pájaros que madrugan consiguen lombrices,
y también por reconocer
la validez de frases tales como
'la vida no siempre es justa' y 'tal vez haya sido yo el culpable'.
Sentido Común
vivió bajo simples y eficaces consignas
(no gastes más de lo que ganas),
y estrategias parentales confiables
(los adultos están a cargo, no los niños)
Su salud comenzó a
deteriorarse rápidamente
cuando se aplicaron reglas
bien intencionadas pero
ineficaces: informes respecto
a un niño de seis años
acusado de abuso sexual
por haber dado un beso a
una compañera de clase;
adolescentes que debieron irse a otro colegio
por haber denunciado a un compañero distribuidor de droga,
y una maestra despedida por reprender
a un alumno indisciplinado,
sólo hicieron que empeorara su condición.
Sentido Común
perdió terreno
cuando los padres
atacaron a los maestros,
sólo por hacer el trabajo en el que
ellos fracasaron:
disciplinar a sus ingobernables hijos.
Declinó aún más cuando
las escuelas debieron
requerir un permiso
de los padres para
administrar una aspirina,
poner protector solar,
o colocar una tirita a un alumno.
Aunque eso sí,
no podían informar a los padres si
una alumna estaba embarazada
y quería abortar.
Sentido Común
perdió el deseo de vivir
cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en
material risible,
algunas iglesias en negocios, y
los criminales empezaron a recibir
mejor trato que sus víctimas.
Para Sentido Común
fue un duro golpe que uno
ya no pueda defenderse de
un ladrón en su propia casa,
pero que el ladrón pueda
demandarnos por agresión;
y que si un policía mata a un ladrón,
incluso si éste estaba armado,
sea inmediatamente investigado por exceso
de defensa, cuando no acusado de gatillo fácil.
Y así,
muchísimos casos más
de nuestra vida terrenal.
La muerte de
Sentido Común
fue precedida por la de sus padres,
Verdad y Confianza;
la de su esposa, Discreción;
la de su hija, Responsabilidad,
y la de su hijo, Raciocinio .
Le sobreviven sus tres hermanastros: '
Conozco Mis Derechos',
'Otro Tiene la Culpa', y
'Soy Una Víctima de la Sociedad'.
No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron
de que se había ido.
Si aún lo recuerdas, hónrale
Recibido por mail
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3 comentarios:

  1. Ha fallecido sentido común, es un excelente texto que muestra la terrible realidad que hoy nos aqueja y sobre todo nos agobia. Día tras día la indiferencia, la falta de respeto y el vuelo que han tomado los padres nos hace más vulnerables. ¡Me encantó este espacio!

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  2. El sentido común, ese el más común de los sentidos es el que tenemos que usar para ejercer nuestro rol, pero el problema es que las cosas que pasan en la escuela exceden al sentido común y muchas veces siguen otros códigos.
    Todos los actores de la sociedad civil y del gobierno están pendientes de la escuela, hablan mucho de escuela y tienen recetas mágicas para cambiarla, pero no conocel el día a día en las aulas.
    Retomando solo un concepto del pedagogo italiano Etzioni, comparto con él al definir la escuela como una institución penetrante, que significa esto, está presente en la vida de la mayoría de las familias en la sociedal. Todos tienen, algún vecino, sobrino, nieto, hijo, que va a la escuela y se toman su tiempo para juzgar los errores en los que cae esta en el día a día y en especial en cómo se equivoca la directora. Es como que en esta sociedad todos somos expertos en todo, todos podemos ver un video de cómo un rescatista muere en el Aconcagua y podemos analizar lo que allí ocurrió y no hemos escalado nunca ni estudiamos ni nos preparamos para ese deporte.
    Hay algo que debemos a limentar, la pasión por lo que hacemos, tratar que poder alejarnos de eto cotidiano, analizarlo en equipo y generar planes de acción para salir del lugar de la queja y comenzar a cambiar la práctica. Aunque no es fácil se logra desde el día a día tesonero y con trabajo en equipo.
    Algo importante:
    - generar el proyecto consensuado de la escuela que queremos.
    - armar un árbol de problemas.
    - organizarnos en equipos de trabajo.
    - construir el reglamento de la escuela.
    - comprometer a los padres en respetar aquello que acordamos.
    - consultarnos mediante encuestas generando canales de participación.
    - orgaqnizar talleres con el eje en el rol de la familia y que la educación va mas allá de la ecuela, volver a penbsar y redefinir el rol de la escuela y nuestra función.
    - Construir contratos pedagógico que se comuniquen a principios del año escolar y se respeten.
    - organizar clases abiertas y muestras de trabajo con el objetivo de mostrar lo que se hace en la escuela y lo que los niños aprenden en ella.
    Bueno, este es mi pequeño aporte, creo que si el mandato fundacional de la escuela quebró, tenemos que reconstruirlo desde lo que tenemos, no tenemos que inventar una nueva escuela, tenemos que potenciar lo bueno de la que tenemos y mejorar aquello en lo que nos equivocamos.
    Lic. Prof. Inés Acerbi
    Prof. de Enseñanza Primaria
    Lic. en Pedagogía Social
    Post. de Invetigación Educativa
    Post. de Gestión Educativa
    Directora de Escuela Primaria y Formadora docente.

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  3. Que riqueza Inés, muchas gracias por tu mirada.
    Fer

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