El liderazgo es un fenómeno grupal que ocurre cuando la situación demanda que un individuo o un equipo influencie y coordine las actividades de un grupo hacia la consecución de un objetivo común.
Los principales aspectos que se derivan de la anterior definición son:Sólo hay líder si hay seguidores.
El liderazgo aparece cuando los seguidores aceptan la intención del líder de influir sobre ellos.
Existe un objetivo común, sin éste no hay equipo y sin equipo no hay líder.
El líder se coloca frente al grupo para facilitar su progreso e inspirarlo a cumplir sus metas. Un buen ejemplo de líder es el director de una orquesta, cuya función consiste en producir un sonido coordinado y un tempo correcto integrando el esfuerzo de los músicos. La orquesta responderá dependiendo de la calidad de liderazgo del director.
Concebir el funcionamiento del Equipo Directivo como un ejemplo de trabajo
colaborativo
Difícilmente puede promoverse un trabajo en equipo en organizaciones en las que las personas que tienen responsabilidades directivas no ejercitan un liderazgo a través del ejemplo, mediante conductas en las que la colaboración, la coordinación interna y las decisiones tomadas de manera consensuada a partir del debate frecuente son perceptibles. Estamos describiendo a los miembros de un equipo que pueden ser observados trabajando en común en situaciones diversas, que actúan como un colectivo y no con una adición de actuaciones individuales más o menos conexas. Y por otra, nos referimos, a un liderazgo distribuido, no centrado en una sola persona.
Para conseguir credibilidad mediante el ejemplo es necesario, en primer lugar, constituir los equipos directivos mediante criterios que merezcan ser respetados, la complementariedad de las capacidades de sus miembros; la voluntad común expresa de promover unos determinados valores: respeto, equidad ... ; el deseo compartido de sus miembros por conseguir determinados propósitos: mejorar la imagen de la institución, implicar a personas de tendencias diferentes en una tarea colectiva…, o incluso, cubrir simplemente necesidades normativas como, por ejemplo, procurando una adecuada adaptación a los nuevos planteamientos didácticos.
Son bien contundentes y convincentes los argumentos de algunos docentes que son reticentes al trabajo colaborativo al comprobar que las personas que lo proponen (habitualmente quienes ocupan algún cargo directivo) no muestran conductas coherentes con los valores que verbalmente proponen instaurar. Una política promotora del trabajo en equipo comienza por la credibilidad de las personas que dirigen o coordinan los grupos dando ejemplo al utilizar como principios de sus actuaciones precisamente los valores que se quieren promover.
¿Cuál sería la diferencia entre GESTOR y LIDER?
Fuentes:
Escuela de Gestión
Escuelas Eficaces en sectores de pobreza Cristián Bellei, Gonzalo Muñoz, Luz
María Pérez, Dagmar Raczynski, UNICEF y Asesorías para el Desarrollo.
Neuronilla - Sentipensar. Saturnino de la Torre